Murallas contra el cambio




Estamos sin duda en un momento crucial. La economía del siglo XXI empieza a tomar cuerpo. Las sociedades clásicas transformándose en sociedades volcadas en servicios innovadores e industrias tecnológicas. En este escenario notamos que nos quedamos atrás, que todos los intentos parecen haberse quedado en meras intenciones, que los pasos son débiles, que la percepción es de "no llegamos a tiempo"..... Chocamos con las "murallas contra el cambio", auténticas edificaciones difíciles de derribar.

La primera muralla no es precisamente específica de España. Tiene un carácter más internacional, pero que incide mucho más en nuestro sistema financiero que lo que lo hace en otros paises. Toca transformar profundamente el entramado financiero español. No hay duda, parece evidente que todas las informaciones destacan la inminente debilidad en la que caerán numerosas entidades que tienen alta dependencia de la bancarrota inmobiliaria. Es la hora de decidir que es real y qué es ficticio. Esto nos enfrentará a una auténtica auditoría. La realidad es que muchos nubarrones siguen apareciendo últimamente y la reordenación y ajuste del sistema debe ser una asignatura a aprobar en los próximos meses.

Esta muralla caerá, no tendrá otra opción. Es necesario volver al crédito de la inversión, de la liquidez real. Es prioritario. La inversión pública que estimule empleo, no dejará de caer en 2010. Es hora de abrir de nuevo el grifo a proyectos, a ilusiones y al desarrollo de iniciativas de valor añadido. No hay otra opción y el camino está escrito. Hay que encontrar la senda de la inversión antes que otros paises despeguen y encarezcan el dinero.

La segunda muralla es estructural. Y es compleja. Involucraría a la estructura educativa, administrativa, empresarial. Es el momento de la transparencia, de la construcción de sociedades abiertas, colaborativas, que crezcan por el impulso de muchos, no de unos pocos. En las parte institucional es la hora del gobierno abierto, de seriedad política, de transparencia institucional, de revisión de las leyes electorales, de cercanía al ciudadano, de confianza, de hechos, de igualdad, de una completa inmersión en la gestión del dinero público. Es el momento de saber, de servir, de olvidar jerarquías, de situar al ciudadano en el centro de atención y protagonismo.

El sistema educativo no está alineado con nuestras necesidades actuales. A todas luces, el fracaso arrastrado desde hace décadas, hace que nuestra preparación hacia el cambio, el espíritu emprendedor o innovador, sea insuficiente. La distancia de la realidad de la sociedad y la teórica de la Universidad es tan grande que se deberían revisar a fondo las metodologías, las estructuras, los recursos, etc... En una sociedad de la dimensión digital a la que nos encaminamos, se hace imprescindible que nuestras aptitudes sean otras, que la cultura conviva con el talento, con una nueva forma de entender la inteligencia.

La tercera hélice es la transformación empresarial. Nuestra estructura empresarial está construyendo un muro de contención para no dejar pasar aquello que huela a transformación. Es evidente que necesitamos empresas flexibles, dinámicas, independientes. Que no persigan la subvención, que luchen por el crecimiento basado en las ideas de las personas, que valoren al empleado como individuo y no como recurso. Es necesario crear y formar. Establecer la transparencia como motor. Analizar y aceptar los errores. Reinventar la estructura formal, que si bien es necesaria, debe dejar de ser jerárquica. Y tenemos que impulsar el esfuerzo, el desarrollo personal, la implicación en el crecimiento de las organizaciones. El futuro lo harán personas multidisciplinares, diversas, creativas e implicadas.

Y esto nos conecta con la última barrera: nosotros mismos. El futuro lo construimos cada uno de nosotros. Está afectado por el entorno, pero siempre hay un momento de decisión personal, de credibilidad y confianza en el esfuerzo. En una sociedad cada vez más abierta, transparente, e hiperconectada, tenemos que jugar un papel protagonista. Después de las revoluciones vividas, es el momento de la revolución social, de las personas. Vamos hacia sociedades cambiantes, llenas de tecnología, de biomedicina, de biotecnología, pero también de cercanía. Nunca antes la tecnología nos había acercado tanto. Vivimos tiempos exponenciales, dinámicos y llenos de incertidumbres, pero también vivimos en la mejor época de la historia. El futuro lo construimos nosotros. El futuro depende de nuestra actitud, tan latina, pero tan abierta. No hay vuelta atrás, tenemos que impulsar los cambios.

Las murallas irán, entonces, cayendo. Tiempo al tiempo.

Foto: Barreras. Dioni Nespral

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Innoxicación, la intoxicación de la innovación (*)




Este artículo fue originalmente publicado por el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI) de Valencia, donde participe en una conferencia el pasado mes de diciembre, dentro del marco de la jornada "Tendencias actuales en Innovación". Disfrute con la atención excelente de todo el equipo de la organización del CEEI-Valencia y además tuve la suerte de conocer a Jose Antonio Soler, Director General de Montesol Energías, que nos mostró auténticos ejemplos de innovación basados en la diversificación y la búsqueda de nuevos mercados para productos existentes. También participó Cristina Vázquez, socia de CPE consulting Group y Directora de Marketing de Pymesonline.com, una auténtica pionera en la innovación a través de las TICs.

(*) el término Innoxicación está basado en el conocido concepto de Infoxicación de mi admirado Alfons Cornellá.

Innoxicación,( la intoxicación de la innovación)

Parece poco congruente que sea así titulado un escrito sobre innovación. Es como ponerle puertas al campo, pero también es necesario establecer cuanto antes un marco adecuado, debido al uso indiscriminado de la palabra.

Hace 20 meses pocas autoridades y representantes empresariales utilizaban la palabra en sus discursos. Sirva como ejemplo que en el debate electoral de febrero de 2008, el candidato a presidente, José Luis Rodriguez Zapatero, nombró en una sola ocasión la palabra innovación. Como candidato a presidente del Gobierno, en su discurso de investidura de 8 de abril de 2008, introduce el término 11 veces. Y la misma palabra fue ampliamente nombrada en el debate sobre el estado de la nación del 12 de mayo de 2009. De la inexistencia de la innovación hemos pasado a la innovación en cualquier parte. Y todo tiene su justa medida en su aplicación, para que pueda obtenerse un impacto adecuado.

Las pymes son las que más a menudo tienen “el problema de innovar”. En primer lugar porque muy pocas han nacido innovadoras. Y por innovadoras no me refiero a nacidas en un proyecto tecnológicamente innovador, sino a ser culturalmente innovadora. Es muy difícil que así sea desde un principio. Sin embargo, en determinado momento, se le pide a la pyme “que innove”. ¿Cómo puedo de repente desarrollar una política global de innovación empresarial?, se preguntan muchos directivos de estas pequeñas y medianas organizaciones. Y la respuesta no es fácil. En mi opinión hay diferentes “niveles de innovación”, que nos deben servir para matizar nuestra respuesta. No es lo mismo una empresa involucrada en elementos tecnológicos de alta rotación de productos que empresas con sectores poco dinámicos, con limitada competencia.

Entendiendo la confusión que suele darse y la decisión general de “no hacer por no saber o no poder gestionar e innovar a la vez”, podríamos definir los siguientes elementos claves para poder acceder a una posición estratégica adecuada de innovación:

1.- Establecer un análisis interno, para definir si la empresa es culturalmente innovadora o no. Observando la apertura cultural de la organización, la participación horizontal de las personas, las oportunidades de creación por parte de la plantilla, la socialianza existente, etc. Debemos de tener en cuenta que este proceso de adaptación constante, llevará su tiempo. Se debe de plantear en un marco de tiempo de medio plazo. Es fundamental desarrollarlo, ya que es la base para garantizar una mayor explosión de las ideas atractivas en un futuro, que se vislumbra cada vez más dinámico.

2.- Conocer la posición de la empresa en el mercado, desde la realidad de “necesidad de innovación”. El mercado y el entorno nos facilitarán la necesidad de establecer políticas constantes, incrementales o radicales, respecto a la innovación. No toda empresa debe innovar en la misma dirección, ni intensidad, ni del mismo modo.

3.- Focalizarse en la innovación del modelo de negocio. Sin desprestigiar a la innovación tecnológica, de procesos o productos, la concentración de las acciones de innovación en estos focos, supone cada vez más una menor ventaja competitiva. Tanto la innovación tecnológica (excepto en sectores de alta intensidad de la misma), como la innovación basada exclusivamente en productos o procesos, son cada vez más fácilmente copiables, lo que implica un menor retorno y una menor ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Por el contrario, la innovación basada principalmente en elaborar nuevos modelos de negocio y por consiguiente de ingresos, es más personal, más difícil de copiar y por tanto, más sostenible en el tiempo.

4.- Ser prudente en las expectativas. Si el papel lo aguanta todo, las ideas soportan todo lo que les añadamos hasta creer absolutamente en los cambios que se van a producir. Un ajuste correcto hacia la realidad es una buena recomendación. Los cambios y la gestión de los mismos, de cara a ser una organización de cultura innovadora, tendrán muchos obstáculos que habrá que tener en cuenta.

5.- Monitorizar los objetivos de innovación, estableciendo los indicadores necesarios para tener un seguimiento constante de las acciones realizadas. Sin caer en “la parálisis por la medición”, sí es importante tener un “cuadro de control” de las actuaciones.

6.- Innovación abierta para empresa abierta en mercados dinámicos. Es importante destacar que la posibilidad de interactuar con estos “nuevos términos”, no debería hacerse sin una adecuada transformación de la organización hacia la innovación global. Por ello, acciones de innovación abierta tienen resultados satisfactorios en organizaciones con alta preparación cultural para ello.

En resumen, en este entorno donde todo es innovación, deberíamos de adecuarla a la medida justa para cada organización, entendiendo además que es necesario más que nunca, tomar acción, transformar adecuadamente las bases culturales y organizativas de las empresas y ajustar en la medida de lo posible, las acciones hacia la creación de nuevos modelos de negocio e ingresos.

Por último, comprender que las nuevas herramientas, el entorno digital en el que vivimos, hará cada vez más importante que estemos orientados a una mayor interrelación de todos las partes implicadas en los procesos de innovación, lo que permitirá en el futuro una mayor implicación de las comunidades de talento. Esto, nos llevará a una mayor valoración de las personas y las ideas en las organizaciones que, por lo tanto, deberán estar preparadas para la integración activa de las personas.

Nuestro reto es pasar de este estado de Innoxicación a un verdadero escenario estratégico de Innovación.

Foto: Arco Iris en Asturias. (Dioni Nespral 2006)


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Nueva etapa en el blog



Han pasado unos meses desde que ya no escribo regularmente. Los motivos son variados y en ocasiones dificiles de explicar, pero creo que tampoco era cuestión de ir abandonando el blog, sino de darle una vuelta al concepto para adaptarlo a las circunstancias personales y profesionales así como al entorno general de la Red.

Quizás llevaba mucho tiempo dándole vueltas a ello y cada día me costaba más decidirme por lo que sin duda la cabeza me iba pidiendo. Todo el entorno ha cambiado, los blogs se han ido debilitando en contenido y creciendo en continente. El valor, cuestión importante, ha ido decreciendo arrasado por la instantánea de los 140 caracteres, lo que hoy ya todo el mundo llama: " La Red en tiempo real".

No creo que sea casualidad que esto mismo le ocurra a muchos de los bloggers a los que he seguido y sigo. Cuando nos vemos en eventos o reuniones, todos destacamos la dificultad de seguir escribiendo con la intensidad que lo hacíamos. Todos ponemos excusas, el tiempo, la vida personal, la intensidad profesional en tiempos de crisis, etc, pero la realidad es que muchos vamos dejando el, sencillo pero a la vez complejo, arte de escribir de forma habitual.

La culpa no es del todo de los 140 caracteres, de la invasión de las redes sociales, pero si de su influencia en la atención. Hemos caido en la inmediatez de la información, acelerando exponencialmente nuestra capacidad de respuesta y de breve reposo frente a la palabra. Cada vez es más dificil pensar lo que dices y se tiende a decir lo que se piensa. Quizás porque ante tanta velocidad, el pensamiento pierde valor con el transcurso del tiempo. Y sabemos que cada vez la diferencia entre el valor real y el percibido es mayor.

Así, cuando escribes en un blog de forma reposada acontecimientos que te han llamado la atención o reflexiones sobre conceptos que consideras importantes, la Red ha digerido previamente miles de mensajes de 140 caracteres opinando e informando sobre ello, cientos de personas en redes sociales generalistas se han cruzado e intercambiado mensajes, artículos, videos y documentos sobre el tema. Sencillamente, crees que poco más puedes aportar. Al menos, eso me ocurre a mí.

Por ello, he tomado la decisión de revisar todo lo relativo al blog. Definir de nuevo el por qué, orientarlo más hacia conceptos de innovación más concretos, revisar la temática del blog y crear, o no, un apartado específico para el Business Time Model, incorporar de forma más rápida aquello que me ha llamado la atención y que dejo de compartir bien porque días más tarde no tiene encaje en un post o porque sinceramente no "da para un análisis más profundo". Todo ello, creo que acompañado de un cambio de imagen general. Hoy dia no tienen sentido para mí el número de visitas (empezando porque ni siquiera indican la realidad), ni tampoco los rankings o número de seguidores, porque esto no es una competición de nada. Por tanto, creo que todo esto deberá desaparecer. Y hay cosas de la Web 2.0 que ya no comparto, lo que llamo las gilimodas 2.0. Y también deberé dejarlas de lado. Los que quieran seguir en la nube, perfecto, pero creo que debemos de aterrizar muchas cosas. Y eso me gustaría seguir haciéndolo en el blog.

También hay una cuestión profesional. El trabajo es cada vez más intenso, requiere mucha más atención y me gustaría reflejarlo aqui. Cada día estoy más involucrado en iniciativas de innovación con empresas e instituciones. Y me gustaría mucho más recomendar proyectos interesantes que conozco de forma esporádica, pero que me llaman la atención. Creo que he sido muy prudente, pero también llega el momento que el blog refleje mucho más la actividad que desarrollo, manteniendo la discreción lógica, pero incorporando a gente y talento que veo cada dia. Y hay mucha gente que aprecio, que sigo y que me gustaría que participaran de alguna manera.

También tengo un objetivo claro de reorganizar las herramientas que tenemos al alcance. Y esto va tan rápido que en muchas ocasiones descuido todo lo que voy publicando en linkedin, en sus grupos de trabajo, en twitter, en los interesantes debates cruzados que se producen via etiquetas momentáneas, etc... Por no hablar de los enlaces de delicious que se empiezan a acumular sin sentido del orden....

Y necesito tiempo para volver a la "atención digital". Revisar totalmente el Reader y adaptarlo a mi ritmo actual. Antes todo corría por Reader y ahora todo se acumula allí. Muchas personas somos ya las que confesamos que le damos a "marcar todos como leídos", con lo que ello implica a la hora de situar en el mismo escalón posts que me interesan con aquellos que sin entrar en su valoración, nunca leo o no son de mi interés.

Y queda el famoso libro. Y mis compromisos con gente a las que he prometido mi participación en iniciativas interesantes, y también la participación en un dinámico grupo de innovadores y los programas de mentoring y ........

Y .......llega una nueva etapa. Al menos me siento mejor explicando tanta ausencia. Espero que a todos os guste el cambio, que tardará algún mes que otro en llegar, y que me permitirá seguir publicando de forma más espaciada hasta el momento del cambio. Nos seguimos leyendo. Hasta pronto.

Foto: Mirada de Gijón. Dioni Nespral

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¿Qué hacer con los periódicos?




Durante los últimos años se ha producido un marcado descenso de las ventas de los periódicos en general. En esta complicada situación, todas las miradas se dirigen a internet. ¿Quizás está el mal en esa nueva herramienta o quizás sea el lugar donde se producen las innovaciones más disruptivas?

Hace tiempo, escribí ya sobre el tema. En aquel momento, hace ya casi un año, la situación era infinitamente mejor que la actual. En el camino siguen apareciendo cadáveres. El cierre de Soitu, las dificultades financieras para mantener este sector, son síntomas más claros, más evidentes, de una enfermedad crónica, que requiere de su muerte para reconstruir los restos.

Mi opinión es que hay cuestiones que debemos rescatar de la economía tradicional:

-La capacidad de construir una estrategia genérica que identifique el camino y seleccione el mercado al que nos vamos a enfrentar de una manera clara y concreta.

-En segundo lugar, deben de establecerse de forma evidente cuales son las expectativas del proyecto. Nada suena más errático que pretensiones absurdas que no están basadas en una lógica coherente y consistente en el tiempo.

-Y por último un plan adecuado a la fortaleza financiera.

Y después de todo esto, se puede fracasar, no sería la primera vez. Sin embargo, en numerosos proyectos y periódicos actuales, ninguno de los tres pasos anteriores se está llevando a cabo.

Y muchos dirán: "eso no es verdad". Aunque también es necesario decir que a cualquier cosa le llaman tener una estrategia, a cualquier cosa le llaman expectativas y todos sabemos que un cuadro de excel aguanta toda previsión financiera.

Y dentro de este sector, tanto en las nuevas aventuras como en las ya existentes, hay sin duda una pésima orientación estratégica. Y la estrategia se define analizando diversas y múltiples variables. Se necesita bajar a Porter, al análisis de la cadena de valor, etc.... para hablar de márgenes, de calidad, de valor, de precio, de intermediarios, de distribución, entre otras muchas cosas.

Porque la realidad ha cambiado y los medios insisten en establecer decisiones muy poco disruptivas. Los mercados de la información están en una ebullición constante, sin pausa. Los cambios se producen a tal velocidad que sobrepasan la estática cadena de decisión de los medios tradicionales. ¿ Han cambiado los periódicos? sin duda, pero no han conseguido hacerlo en la medida y al "tempo" que han cambiado sus lectores.

Hay muchas opciones; he comentado en diversas ocasiones la llamada "Branding Experience", término que este tipo de empresas no aprecian y ni siquiera se asoman a sus principios básicos. Otras opciones se basan en el análisis de la cadena de valor, en las nuevas formas de distribución y de creación de contenidos. Esto está muy limitado en la prensa tradicional aunque asoma con fuerza en la prensa ( mal llamada prensa) digital.

La información digital, un nuevo espacio, una nueva comunicación.

Este subtitulo está lleno de conceptos: Espacio, información, comunicación.... digital. Términos que inspiran nuevas formas de hacer las cosas, pero que siguen siendo muy mal interpretadas. Como me dice Gonzalo Martín, hay que buscar nuevos términos como flujos reales, sociales, o deliberativos que se identifiquen más con estos nuevos espacios.

Porque son nuevas formas de entender el periodismo, que quisiera recordar en su primera acepción en la RAE :

"Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico de la información en cualquiera de sus formas y variedades."

Por tanto, creo que está claro que la función del periodismo debe de adaptarse a su nuevo entorno, entendiendo las nuevas formas de la comunicación. Es cierto que no TODOS los periódicos van a desaparecer. Pero deberán transformarse radicalmente. Convertirse en una "experiencia" a través de la especialización.

No es fácil encontrar una solución. Hace poco Juan Luis Cebrián, que se ha convertido al menos en uno de los que más insisten en la revolución que se está produciendo, comentaba en una entrevista en Esquire:

"El cambio fundamental está en que los diarios se sustentan en un sistema del siglo pasado"

No deja de ser cierto, pero yo añadiría que así ha sido también en otros innumerables sectores. Pero no por ello se ha armado tanto ruido. El mundo digital avanza, lo acapara casi todo y la adaptación debe ser auténticamente real. Es necesario admitir que la información tiene ahora otro valor y que los impactos en el sector han sido brutales. Pocos sectores se han visto tan afectados. Quizás el del turismo sea un caso similar, pero con la diferencia que éste está desarrollando nuevas estrategias y un profundo análisis de las rentabilidades dentro de la cadena de valor.

Una vuelta al pasado, retorno al oficio.

Como en otros sectores, el periodismo ha necesitado de la unión, fusión y tamaño para desarrollar sus estrategias y cumplir sus objetivos. Así hemos desarrollado grandes corporaciones para "hacer periodismo". Pero se ha llegado a un momento absurdo, donde la tecnología permite a cada uno hacer casi su "propio medio", donde la actualización de las noticias ya no se produce en el telediario o en el noticiero de radio. Internet, la gran Red de redes, permite actualizar las noticias al segundo y no siempre por parte de los periodistas. Cualquier persona puede hacerlo.

Por ello, se avecina una vuelta a "los oficios". El periodista podrá actuar en solitario o junto a otros, pero de una forma distinta. No hay tiempos, ni espacio. Todo se vuelca en la libertad, hacia lo instantáneo y lo más inmediato puede ser producido por personas (periodistas o no) y trasladado al resto de una forma menos sofisticada. Es por ello que el periodista debe buscar su lugar en este ámbito. Y no es fácil, pero sin duda sólo el auténtico profesional puede crear estos nuevos espacios.

¿Y cuál será el papel del periodista?

Siempre insisto en que otros formatos son posibles. Internet es uno de ellos y no siempre el periodista "tiene" que hacer un periódico o trabajar para un medio. El concepto medio ya no tiene que ser lo que hasta ahora hemos entendido como tal. Un medio puede no ser un periódico digital, ni un newsletter, ni un boletín, ni una radio o ni siquiera una televisión. Por decirlo de una manera clara: "La información no necesita ser encontrada en un medio".

Por tanto, si retomamos la descripción de la RAE, podríamos decir que el periodista debe seguir haciendo periodismo, pero no tiene por qué expresarlo o situarlo en un medio tal y como los conocemos hoy día. Se abre una nueva forma de hacer y entender el periodismo, la labor que sólo los profesionales del ramo pueden hacer. Su trabajo se ha de transformar y sólo así se transformarán los resultados del mismo. Pretender cubrir una información y trasladar su contenido a un medio no tiene, de por sí, valor. Por tanto, no interesa. Porque puedo encontrar crónicas similares en otros formatos ( un ejemplo entre muchos: retransmisión via twitter del evento por los propios asistentes, con comentarios y fotos que ningún periodista se atrevería a incluir en su crónica tradicional).

Es por ello que la primera revolución está ocurriendo. Cientos de periodistas están siendo despedidos de "los medios" y serán el auténtico pulmón de la nueva distribución de la información. Sólo desde la actitud de cambio personal, de creatividad, de imaginación, podrán los auténticos profesionales realizar la nueva información. Y para ello, no se necesitan "medios". Estamos ante el estallido de las televisiones on line, de los pseudo-medios interactivos, del incremento de los video-blogs, del desarrollo de las especialidades donde los auténticos periodistas de raza, crearán y compartirán sus propios espacios de contenidos.

Porque el contenido va a ser el nuevo rey. Más personal que nunca y más transparente. Contenido que no dependerá de los anunciantes ( o a veces sí) ni de grandes grupos de presión. Todo se irá transformando en la próxima década. Y veremos caer grandes torres y crecer nuevos espacios. El océano azul es inmenso. Para verlo tan sólo debemos quitarnos nuestras vendas.

Los medios, el camino de la reinvención

Los medios son los auténticos perdedores en este escenario. Pierden valor y credibilidad al no incorporar "lo que muchos lectores demandan". Son estáticos, muy poco flexibles y cuentan con mucha desventaja en este nuevo mundo de la inmediatez. Pocos son capaces de adaptar programaciones o secciones. La gran infraestructura montada para su producción, limita la frescura de su distribución.

Los medios se deben de adaptar paulatinamente, como muchos ya hacen, a este nuevo escenario tan dinámico. Sin embargo, pienso que tienen que dar el salto a la multidistribución de contenidos y a una reinvención del objetivo de su negocio. Porque no debemos olvidar que son negocios, deben ingresar más dinero del que gastan y a una rentabilidad importante. Esto, es muy complejo en el entorno actual. Por ello, se necesitan nuevas estrategias, un profundo análisis de la cadena de valor y una apertura hacia nuevos contenidos y servicios. Y los servicios no sólo son información. Entretenimiento, ocio, personalización, socialización y plataforma de distribución son sin duda los más inmediatos. Pero hay muchos más. Los contenidos pueden ser analizados y potenciados con multiservicios, que con la ayuda de la tecnología podrán potenciar los ingresos. El valor del cross-selling se aventura como una herramienta de gran potencial.

¿Significa esto que los periódicos han muerto?

Yo creo que de la forma que los conocemos, sí. Las personas que quieren leer de forma sosegada lo que ha ocurrido ayer tienden a disminuir. No se puede pues ofrecer un gran producto, con unos costes tan altos, para un público cada vez más reducido. Será cuestión de ofrecer un contenido diferente, producido de una forma distinta y valorado de otra manera desde el punto de vista publicitario. Se trata pues de ofrecer esa "experiencia única". Experiencia que tienen ciertos periódicos deportivos, ciertas revistas del corazón, que han conseguido plasmar en ese "papel" algo que de otra forma no es posible percibir.

Se abre una nueva era. El adiós a los periódicos actuales es inminente, pero el periodismo y en concreto el periodista, tiene ante sí un nuevo reto lleno de posibilidades. Estamos a punto de conocer a los periodistas en todo su potencial, sin tapujos y sin frenos editoriales.

Bienvenidos a la nueva ilusión.

Nota: Este post me lo ha inspirado el título tan potente de la jornada que se celebrará el martes día 3 de noviembre en la Universidad Carlos III de Madrid. A esto se le ha añadido la puntilla con el cierre de Soitu y los rumores sobre el cierre de El Economista.


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Mal acabará lo que mal empieza


Todo el mundo coincide en presentar la innovación como la (¿única?) referencia que puede sacar de la crisis a países como el nuestro. Las recomendaciones llegaban de todos los sitios y en su momento se hizo una apuesta por un ministerio que debería ser el motor impulsor del cambio de lo que se ha dado en llamar "hacia un nuevo modelo productivo". Ahi queda eso, casi nada. Sin embargo no todo es tan sencillo y nos siguen pasando cosas muy curiosas:

Así, por ejemplo, parece ser que el ministerio de Ciencia e Innovación reduce sustancialmente su presupuesto. Bueno, no, parece que no, que sólamente lo hace en un 3 % dentro de la I+D Civil.

Perdón, la ministra Garmendia explica tajantemente que los presupuestos no presentan recortes en lo referente a investigación tras una contundente crítica de los científicos que termina en un Manifiesto sobre la financiación de la ciencia en España.


Lo que me llama la atención es por qué siempre tendemos a ocultar o tergiversar ( depende de donde venga la crítica) los datos. ¿No irían mejor las cosas si estuviéramos alineados (todos) en los momentos dificiles y también en los de bonanza? Si el punto de referencia de partida es equivocado o no es compartido por los participantes, difícilmente podremos llegar a la meta.

La realidad es que perdemos el tren del cambio. Esa ilusión y el impulso del que hablaba ayer. No seremos capaces de colocarnos en un lugar de referencia si no actuamos como un todo, como un país comprometido con los valores del esfuerzo, la educación y el talento. Además, no se trata sólamente de dotar de herramientas al tejido empresarial, ni de llenar aulas con pizarras digitales,sino de impulsar los nuevos valores del cambio .

Porque sólo transformando desde la base, podremos encontrar un camino nuevo en el que utilizar las herramientas adecuadas. El futuro será muy dinámico porque así lo permitirán los espacios interconectados, y el impulso de las tecnologías como motor de creación de nuevos conceptos. De nuestra apuesta rotunda y firme hacia un camino innovador, dependerá mucho el futuro de nuestra economía.

Y alguien debería liderarlo cuanto antes; desde el principio, para impulsarlo correctamente con el objetivo de conseguir ser un país emprendedor, innovador y referente.

Foto: Carlos Benetó. Via Javier Llinares: Picasa





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Innovación Obama vs No-innovación España




Leyendo el nuevo White Paper del Presidente Obama relativo a la Innovación como auténtico motor para impulsar un cambio sustancial a un país que se ha quedado dormido en una auténtica crisis de sistema, uno no tiene más que dedicar un mínimo aplauso a la iniciativa de poner negro sobre blanco toda una corriente de entusiasmo y visión.

De lectura recomendable, es todo entusiasmo y buenas intenciones, con una lógica aplastante pero determinado a rejuvenecer todo aquello que se ha quedado anclado en el pasado. Lo más llamativo es su total orientación hacia un cambio sin marcha atrás, con un convencimiento atroz. Y éste es uno de los requisitos indispensables en cualquier acción orientada al cambio y a la transformación: "Que esté apoyado por la Dirección".

Uno de los párrafos que más me han gustado:

" The Importance of a National Innovation Strategy

Fundamentally, innovation is the development of new products, services, and processes. In our increasingly interconnected and globally competitive world economy, unleashing innovation is an essential component of a comprehensive economic strategy. As global competition erodes the return to traditional practices, the key to developing more jobs and more prosperity will be to create and deploy new products and processes. Put another way, the greatest job and value creators of the future will be activities, jobs, and even industries that don’t exist yet today. The countries that catalyze their development will reap the greatest rewards.

(.....)

Innovation is also crucial for maintaining the dynamism and resilience of our economy. Future challenges are impossible to predict, but what is certain is that an economy better able to switch gears, innovate solutions, and re-deploy old activities, jobs, and industries will be least susceptible to adversity.

y concluye:

Innovation is the key to global competitiveness, new and better jobs, a resilient economy, and the attainment of essential national goals. A strategy is clearly needed to direct our government’s funding and regulatory decisions in order to capture the innovation opportunity."

En definitiva, echo de menos una implicación mayor ( y real ) de nuestros políticos en las decisiones claves del futuro. Entender que no sólo de intenciones y buenas palabras se vive. En estos momentos de dificultad, echo de menos gobernantes sólidos capaces de aunar fuerzas por encima de ideologías (sic) para presentar a los ciudadanos, a las empresas y a la sociedad en general, un camino firme hacia una nueva etapa, en donde se recompense el esfuerzo, la ilusión y la aportación de soluciones, creatividad y pasión.

Necesitamos una estrategia de Pais Innovador. Una marca de "Innovación by Spain". Y la necesitamos ya. Porque ahora, otros paises, en estos momentos, ya han empezado a caminar en la senda del cambio. Un camino complejo, lleno de dificultades, pero donde sólo los fuertes de ideas y de carisma, triunfan.

Este documento de Obama significa mucho más que una mera cuestión de intenciones. Pone un rumbo y una serie de tareas que implican a todos los estamentos básicos de un Estado. Ponen el énfasis en los elementos que van a ser necesarios dinamizar para focalizar la estrategia. Ahora tendrán que ponerlo en práctica, pero el primer paso está hecho y el ejemplo viene del propio gobierno y del mismísimo Presidente de los Estados Unidos de América.

Mientras, aquí nos enfrascamos por una ridícula foto o nos da por subir impuestos linealmente y para todo, incluidas las pobres chuches de los niños, ( país....). O nos espabilamos o el toro pasa por encima de nosotros sin apenas haber podido comenzar la faena.

Tiempo al tiempo.

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La transparencia social y digital, toda una revolución pendiente.


Estoy obsesionado por la transparencia. Creo que es uno de los conceptos que más va a impulsar La Red como revolución. La posibilidad del crecimiento del protagonismo de las personas en redes conectadas y con acceso a la movilización, permitirá que mucha información hoy oculta, salga a la luz y sea compartida con las personas que la requieran.

En campos como la política, serán decisivas las acciones abiertas exponiendo transparencia total sobre los gastos y la dedicación detallada de las partidas más opacas de las cuentas públicas. Conocer en tiempo casi real lo que se está gastando y el por qué de ese concepto, podrá darnos una idea de qué y para qué se utiliza el dinero que aportamos y el que sin duda, tenemos como sociedad, que pedir prestado para afrontar nuevas inversiones o gasto público. Evidentemente, nos fijaremos en un primer momento en los gastos comunes de nuestros representantes, con las sorpresas casi seguras tal y como ocurrió hace poco en Inglaterra.

Pero la auténtica Administración Abierta será el final perseguido. En el futuro, una vez encontrada la normalidad, podremos pasar a las siguientes fases de acción y convertirnos en una auténtica democracia participativa. En este caso, el impulso vendrá desde abajo, desde la base social y permitirá ir abriendo terreno hacia la cúpula, que tendrá que reaccionar aportando líneas de auténtica colaboración ciudadana.

En las organizaciones empresariales e instituciones, considero este principio de transparencia social y digital como uno de los primeros pasos evidentes para impulsar el cambio y la transformación de la organización hacia la innovación y el nuevo modelo de empresa que se requiere para afrontar las próximas décadas. Como siempre, debe ser un camino por etapas, pero que tiene que contar con el inequívoco apoyo de la dirección. A diferencia de la transparencia pública, la democratización de las organizaciones empresariales vendrá aprobada desde la cúpula que es la que tendrá que allanar el camino para que las personas con dinamismo puedan participar e impulsar con sus ideas e iniciativas un cambio imprescindible.

En las empresas, hablaríamos de productividad, de trasnsformación del concepto trabajo y tiempo, de consolidación del talento por resultados y de apertura hacia iniciativas orientadas a las personas y no sólo a la organización. Se trata de buscar un entendimiento, una estrategia de win-win que permita la creación de organizaciones dinámicas, lideradas por el talento y la pasión de las personas que en ellas trabajan.

Cuando entramos en una espiral de crecimiento personal, en la que las personas quieren ser reconocidas como tales y aquellas de más talento creativo y dinámico piden compartir su pasión con la organización, no hay duda que la transparencia juega ahora un papel esencial, que debe ser observado por las empresas e incluido en la estrategia de transformación cultural, que es la base del impulso innovador hacia la implantación de las nuevas ideas. Y en este entorno, la Red en general y las herramientas digitales en particular, empiezan a ser el medio más eficaz para comenzar esta nueva revolución.

Es hora de impulsar políticas de transparencia. ¿Cómo están nuestra clase política, nuestras empresas y organizaciones preparándose para ello?

Fotografía: Transparencias. Dioni Nespral. Junio 2008.


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